peter...



Cada noche, toda buena madre tiene por costumbre, después de que sus niños se hayan dormido, rebuscar en la imaginación de éstos y ordenar las cosas para la mañana siguiente, volviendo a meter en sus lugares correspondientes las numerosas cosas que se han salido durante el día. Si pudierais quedaros despiertos (pero claro que no podéis) veríais como vuestra propia madre hace esto y os resultaría muy interesante observarla. Es muy parecido a poner en orden unos cajones. Supongo que la veríais de rodillas, repasando divertida algunos de vuestros contenido, preguntándose de donde avisáis sacado tal cosa, descubriendo cosas tiernas y no tan tiernas, acariciando esto con la mejilla como si fuera tan suave como un gatito y apartando rápidamente esto otro de su vista. Cuando os despertáis por la mañana, las travesuras y los enfados con que os fuisteis a ala cama han quedado recogidos y colocados en el fondo de vuestra mente y encima, bien aireados, están extendidos vuestros pensamientos mas bonitos, preparados para que os los pongáis.
No se si habéis visto alguna vez un mapa de la mente de una persona. A veces los médicos trazan mapas de otras partes vuestras y vuestro propio mapa puede resultar interesantísimo, pero a ver si alguna vez los pilláis trazando el mapa de la mente de un niño, que no solo es confusa, sino que no para de dar vueltas. Tiene líneas en zigzag como las oscilaciones de temperatura en un grafico cuando tenéis fiebre y que probablemente son los caminos de la isla, pues el País de Nunca Jamás es siempre una isla, mas o menos, con asombrosas pinceladas de color aquí y allá, con arrecifes de coral y embarcaciones de aspecto veloz en alta mar, con salvajes y guaridas solitarias y gnomos que en su mayoría son sastres, cavernas por las que corre un rió, príncipes con seis hermanos mayores, una choza que se descompones rápidamente y una señora muy bajita y anciana con la nariz ganchuda. Si eso fuera todo seria un mapa sencillo, pero también esta el primer día de escuela, la religión, los padres, el estanque redondo, la costura, asesinatos, ejecuciones, verbos que rigen dativo, el día de comer pastel de chocolate, ponerse tirantes,, dime la tabla del nueve, tres peniques por arrancarse un diente uno mismo y muchas cosas mas que son parte de la isla o, si no, constituyen otro mapa que se transparenta a través del primero y todo ello es bastante confuso, sobre todo porque nada esta quieto.Como es lógico, los países de Nunca Jamás son muy distintos. El de John, por ejemplo, tenía una laguna con flamencos que volaban por encima y que John cazaba con una escopeta, mientras que Michael, que era muy pequeño, tenía un flamenco con lagunas que volaban por encima. John vivía en una barca encallada del revés en la arena, Michael en una tienda india, Wendy en una casa de hojas muy bien cosida. John no tenia amigos, Michael tenia amigos por la noche, Wendy tenia un lobito abandonado por sus padres; pero en general los países de Nunca Jamás tienen un parecido de familia y si se colocara inmóviles en fila uno tras otro se podría decir que las narices son idénticas, etcétera. A estas mágicas tierras arriban siempre los niños con sus barquillas cuando juegan. También nosotros hemos estado allí: aun podemos oír el ruido del oleaje, aunque ya no desembarcaremos jamás.

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